Historia Compañia Danza Común


COMPAÑÍA DE DANZA CONTEMPORÁNEA DANZA COMÚN Premio Nacional de Danza


Cronología Danza Común

1992 – 1996. Danza Común se creó como compañía universitaria en la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá en el programa Espacio de Formación en Danza Contemporánea de Bienestar Universtitario, bajo la dirección de la bailarina mexicana Norma Suarez. Entre sus integrantes se encontraban Sofía Mejía, Bellaluz Gutiérrez, Zoitsa Noriega, Marcelo Rueda, Andrei Garzón. El programa tuvo por  objeto proporcionar a los estudiantes un entrenamiento regular en danza contemporánea paralelo a sus estudios académicos. Entre los maestros que dirigieron el entrenamiento físico y creativo de los bailarines-universitarios estuvieron: Norma Suárez (directora), Raúl Parra, Carlos Latorre, Leyla Castillo, Jorge Tovar y Elizabeth Ladrón, todos ellos maestros pioneros de la danza contemporánea en Colombia.

1997 – 2000: El programa de formación se amplió y se creó un primer año que funcionó como semillero (los estudiantes escogidos mediante audición anual, recibían clases de danza contemporánea, posibilitando un primer acercamiento y desarrollo de habilidades técnicas y creativas), y un segundo año, conformado por los estudiantes que demostraban un mejor desempeño y compromiso con el programa de formación. Durante este periodo, el programa se reforzó a nivel pedagógico mediante intercambios culturales con maestros extranjeros y nacionales. Entre ellos estuvieron Marbel Benavides (Colombia), Charles Vodoz (Suiza), Neva Keny (EE.UU.), Beto Pérez (México) y Rafael González (Venezuela).

La compañía, que para ese entonces contaba con la presencia de Sofía Mejía, Bellaluz Gutiérrez, Marcelo Rueda, Andrei Garzón, Carolina Gómez y Zoitsa Noriega, se convirtió en un referente de la danza contemporánea universitaria y empezó a ser invitada a festivales y eventos profesionales en Colombia y en el extranjero: Festival Internacional de Danza Contemporánea en Barranquilla, Muestra Internacional de Danza de Medellín, Festival de Jóvenes Coreógrafos de Caracas, Teatro Vevey en Suiza, Festival Antílope en Suiza, Festival Internacional de Danza Contemporánea de San Luis de Potosí en México. En esta temporada fue creada la obra Bordeando la ausencia, entre otras piezas importantes.

2001 – 2004: Se creó  ESPACIOCOMÚN DANZA, estudio – sede de la compañía y del programa de formación dirigido por Danza Común. La compañía se independizó de la Universidad Nacional y ofreció al país, gracias al programa Nacional de Concertación Cultural del Ministerio de Cultura, un programa permanente de educación no formal en danza contemporánea (Actividades Permanentes de Formación EspacioComún Danza), enfocado en la formación, creación, difusión e investigación en danza.

Se realizaron talleres avanzados de entrenamiento y procesos creativos, dirigidos por coreógrafos extranjeros y nacionales. Durante este período la dirección de Danza Común se realizó de manera colectiva por los artistas: Sofía Mejía, Bellaluz Gutiérrez, Marcelo Rueda, Andrei Garzón y Zoitsa Noriega. En algunas de las obras creadas en este período participaron tambien bailarines que hicieron parte del programa de formación EspacioComún Danza, entre ellos: Alba Gonzalez, Laura Franco, Carolina Gonzalez, Dante Murillo, Carolina del Hierro, Alejandro Huarí, Johanna Salazar, Giovanna Mosquera, Arnulfo Pardo, Paulina Avellaneda, Gisela Castro, Maria Paula Alvarez, Clara Pachón, Marcela Marín, Ana María Corredor, Jhon Cubillos.

2005 – 2009. En el año 2005 se realizó la primera versión del Centro de Experimentación Coreográfica (CEC), proyecto que empezó a ofrecer herramientas teóricas y creativas para apoyar propuestas de jóvenes coreógrafos, haciendo énfasis en la improvisación, la composición y la interdisciplinariedad. Este proyecto logró atraer a un grupo de jóvenes artistas con inquietudes creativas, que al cabo terminaron por consolidar sus carreras alrededor de la danza, quedándose algunos de ellos a trabajar en Danza Común como investigadores, intérpretes y profesores. Estos artistas, en los años siguientes, y gracias al CEC, recibieron talleres de movimiento y creación de maestros internacionales como Francesco Scavetta, Dominick Borucki, Carmen Werner, Alexis Eupierre, David Zamprano, Marianela Boan, Juan Cruz e Iñaki Azpillaga entre otros. Después de promover estas dinámicas de entrenamiento y creación, Danza Común acabó por convocar, en 2007, a varios de los bailarines que habían participado de los procesos del CEC en sus dos primeras versiones. De esta manera la compañía quedó conformada por Laura Franco, Sandra Gómez, Juan Mosquera, Marco Gómez, Paola Chávez y Rodrigo Estrada, más sus directoras Bellaluz Gutiérrez, Sofía Mejía y Zoitsa Noriega. Poco tiempo después se unieron al grupo Andrés Lagos, Juliana Rodríguez y Margarita Roa, rafael Arévalo y Diana León en la coordinación administrativa de la fundación. Con estos artistas, y en el periodo 2007 – 2009 se crearon las obras Pequeñas delicias, Campo Muerto y Ni manzanas, ni peras, ni caimitos.




Con el apoyo de la Alcaldía Local de Santafé, Danza Común realizó el programa Danza en la Localidad, dirigido a jóvenes artistas del sector. Durante dos años se ofrecieron 300 becas para estudiar en el programa de formación permanente. También, en esta temporada (2007 – 2008) se realizaron trabajos de investigación como “Prácticas entre la tradición y la contemporaneidad” (financiada por el Ministerio de Cultura y la SDCRD), “Laboratorio de Investigación en Historia de la Danza Contemporánea en Colombia (apoyado por la Orquesta Filarmónica de Bogotá) y “Taller Análisis de Danza” (apoyado por la Alcaldía Local de Santafé).

Por otro lado, la Fundación inició en el 2009 el proyecto Danza Común Gira, con el cual ha hecho un recorrido de circulación artística y pedagógica por diversas regiones del país: Barranquilla, Riohacha, Baranoa, Cartagena, Pereira, La Playa, San Vicente de Chucurí, Barrancabermeja, Bucaramanga, Medellín, Cali, Manizales, el Rosal. Con este proyecto se han fortalecido procesos de formación en regiones en donde la danza contemporánea y su difusión es escasa. Danza Común Gira se ha realizado desde entonces gracias al apoyo del Plan Nacional de Concertación del Ministerio de Cultura.

2010 – 2013. En el 2010, y después de algunos cambios en el grupo de bailarines, se creó una de las obras más importantes en la historia de la compañía: Arrebato: historias comunes, historias bailadas ( dirigida por Sofía Mejía, Zoitsa Noriega, Andres Lagos, margarita Roa, Laura Francoa, Juan Manuel Mosquera, Bellaluz Gutiérrez, Rodrigo estrada). Los artistas de Danza Común habían estado trabajando en diversas regiones del país y habían conocido en estos viajes a algunos bailarines y cantaoras de los lugares visitados. La obra, pues, se construyó bajo la idea de un intercambio danzado entre bailarines de danza contemporánea y artistas tradicionales del Pacífico, la Guajira y el Magdalena Medio:  Roland Sánchez, Ninoska Salamanca, Pio Molina, Otila Noriega, Yeison Guerrero, David Perez. Esta pieza abrió un diálogo permanente, al interior del grupo, sobre las diversas formas de concebir el movimiento.

En el 2012, Danza Común dirigió el diplomado “Intercambio de conocimientos y sensibilidades sobre el cuerpo, la danza y el movimiento” en la ciudad de Tuluá, en el marco del proyecto Experiencias Significativas del Ministerio de Cultura. Y en el 2013 se desarrolló en las escuelas municipales de Chocontá, Sesquilé, Tuta y Gigante el diplomado “Cuerpo en situación y cuerpo a la escucha, juego y conciencia en movimiento” en el marco del programa Danza Viva del Ministerio de Cultura.

2014 – 2020. El año 2014 Danza Común ganó el Premio Nacional de Danza del Ministerio de Cultura con la obra Arrebato. Hubo también cambios en la compañía (2014-2015), definiéndose una nueva configuración del grupo creativo: Margarita Roa, Andrés Lagos, Juliana Rodríguez, Laura Franco, Rodrigo Estrada, Lina Herrera, Rafael Arévalo y Bellaluz Gutiérrez como Directora General.

Continuó el programa de formación para la creación: Centro de Experimentación Coreográfica (12 años de realización). A través de este programa, en 2016, Danza Común propuso laboratorios de creación y encuentros intergeneracionales entre los maestros pioneros de la danza y las nuevas generaciones. Se creó la obra Una para el Mango, en la que participaron dos generaciones de bailarines de Bogotá, entre ellos: Raúl Parra,  Marta Ruiz, Katy Chamorro, Ricardo Rozo, Jairo Lastre, Alvaro Fuentes, Olga Cruz, Andrés Lagos, Margarita Roa, Bellaluz Gutiérrez, Rodrigo Estrada, Marco Gómez, Mónica Jaramillo y Ángel Ávila. Se abrieron también laboratorios de tutorías para las creaciones de jóvenes creadores, y se propusieron laboratorios de escritura y memoria en torno a las creaciones realizadas.

En el año 2017 se decidió remontar la obra Campo Muerto. Para llevar a cabo este montaje se invitó a bailarines que habían estado cerca de los procesos de la compañía (profesores de los cursos permanentes, asistentes a los entrenamientos de la compañía, etc.). Fue así como Jenny Angulo, Ricardo Villota, Daniela Gómez y Dalia Velandia, y poco después Mariana Mello, pasaron a hacer parte de la compañía. Estos bailarines participaron también de la más reciente obra de Danza Común: El espinazo de la noche.

En 2019, el programa de entrenamiento Actividades Permanentes de Formación EspacioComún Danza cumplió 18 años de realización. Dicho programa alcanzó un mayor impacto sobre la población, gracias a la credibilidad y experiencia adquirida durante estos mas de 25 años de vida artística de la agrupación. Se complementó el estudio somático del movimiento mediante la inclusión de talleres de Feldenkrais, Pilates y la continuación de la programación de las clases de Yoga. Esta franja somática amplió el rango de edad de los asistentes a la Fundación. Al EspacioComún empezaron a asistir adultos entre 45 y 65 años, en busca de un mayor conocimiento corporal y el aprendizaje de nuevos hábitos para el mejoramiento de su salud. Se abrió una nueva franja de Despertar motriz a través de la danza,  dirigida a niños entre 4 y 6 años de edad. Esta franja surgió por la misma vivencia del paso del tiempo al interior de la compañía: la mayoría de los integrantes de Danza Común empezaron a tener hijos, y este hecho impulsó la creación de este nuevo espacio de formación.

Por su parte, el Centro de Experimentación Coreográfica, cada año, ha logrado convocar aproximadamente 25 intérpretes-creadores provenientes de diversas disciplinas artísticas como la danza, el teatro, la música, la fotografía, las artes plásticas, entre otras. Sin duda, el CEC se ha convertido en una incubadora de nuevos creadores y colectivos que han dinamizado la danza en Bogotá. Además de recibir jóvenes coreógrafos en sus instalaciones, Danza Común ha sido sede de otras compañías residentes, que también realizan programas de formación o creaciones artísticas como Concuerpos (Danza incluyente de cuerpos diversos), Arte Sin Pausa (Danza afrocontemporánea), La Arenera y la Resistencias (Artistas y bailarines contemporáneos).

Entre el 2015 y el presente año se establecieron alianzas de formación con entidades culturales por fuera de Bogotá, entre ellas Fundación Círculo Abierto, y se inició el proyecto Danza Común en las regiones. Se realizaron talleres por fuera de Bogotá, con el objetivo de dinamizar  la danza contemporánea en otras regiones del país, creando un diálogo con otras propuestas artísticas y sociales que ven el cuerpo y el movimiento como un medio de expresión del individuo y de transformación social. De igual manera se iniciaron intercambios estudiantiles con universidades bogotanas dando lugar al evento anual: Encuentro de Escuelas. En este evento se han becado estudiantes de los diversos programas de danza de Bogotá y Barranquilla: Universidad Javeriana, La ASAB, Academia de Artes Guerrero, Universidad Nacional de Colombia, CENDA, Universidad del Atlántico. Se iniciaron intercambios culturales con centros coreográficos extranjeros, como el Centro Nacional de la Danza en Pantin-Francia y el Centro de Desarrollo Coreográfico La Briqueterie. Estos últimos intercambios han permitido que bailarines de Bogotá viajen a estos centros a entrenarse, formarse y realizar residencias artísticas.